Moisés

Historia

Nacido durante un tiempo de persecución en Egipto, Moisés fue puesto en una canasta y dejado en el Nilo — un acto de fe y desesperación. La hija del faraón lo sacó del agua y lo llamó Moisés (Éxodo 2:10), un nombre que no solo describía su rescate, sino que anticipaba su misión: así como fue sacado del agua, también sacaría al pueblo de Dios de Egipto, a través del mar Rojo, hacia una relación de pacto.

Después de huir de Egipto y pasar cuarenta años en el desierto, Moisés se encontró con Dios en la zarza ardiente. Allí, Dios le reveló Su nombre de pacto — *Yo Soy* — y lo comisionó como libertador.

Mediante una serie de plagas, culminando con la Pascua y la muerte de los primogénitos egipcios, Dios mostró Su juicio y Su misericordia. En el mar Rojo, Moisés extendió su vara y Dios abrió el mar, permitiendo al pueblo cruzar — un bautismo hacia la libertad.

En el monte Sinaí, Moisés subió a la presencia de Dios y recibió los Diez Mandamientos y toda la Ley del pacto. Cuando el pueblo pecó con el becerro de oro, Moisés intercedió con compasión sacerdotal, incluso ofreciendo su vida en lugar del pueblo — un poderoso anticipo de la mediación de Cristo.

Condujo al pueblo por el desierto, enfrentando rebelión y dificultades, instruyéndolos en la santidad y guiándolos hasta las puertas de la Tierra Prometida. Aunque no entró, murió viendo la tierra desde lejos, confiando en la fidelidad de Dios.